Presentación
El año 2016 representó una oportunidad nueva para reponer una conversación en torno a las utopías en el día de hoy. Lo propició la conmemoración de los 500 años de la aparición de la que se ha dado en llamar, la primera utopía moderna, la de Tomás Moro en 1516. Tomás Moro de cierta manera inventa la utopía (de ou-topos: el no-lugar; o también, el eu-topos: el buen lugar). En función de este aniversario, el Observatorio Latinoamericano DECIDE (democracia ciudadanía derechos), en conjunto con los magísteres ESODE (Ética social y Desarrollo humano) y ESPO (Estudios Sociales y Políticos Latinoamericanos) organizaron un Coloquio en octubre de ese año, el que tuvo como invitado central, al filósofo de Neuquén e investigador del Conicet, Argentina, el Dr. Fernando Lizárraga .
Como un signo de los tiempos, no hubo debate público sobre la importancia de las utopías en el pensamiento político general y latinoamericano. O, sobre el rol que ellas podrán jugar ante la crisis de la razón política dicha democrática. A pesar de los diagnósticos actuales sobre las dificultades que enfrentamos como humanidad (desigualdades, injusticias, nueva pobreza, cambio climático) que ponen un signo de interrogación a la posibilidad de continuidad de la vida humana sobre la tierra, tal como la hemos conocido hasta hoy, el predominio de una razón pragmático-instrumental –gestionaría y eficientista- , en el campo de lo público-político sigue siendo ostensible.
A partir de la motivación por el 500 aniversario de la obra Utopía, redactamos el Informe Decide número 10, consagrado, justamente a las relaciones entre utopía y política. Lo hacemos, como ya decíamos, en tiempos confusos y de situaciones amenazantes a nivel mundial. La nueva política del poder estadounidense así lo pone de manifiesto, además del debilitamiento creciente de instituciones mundiales, como las Naciones Unidas. Estas páginas quieren ser una suerte de Informe problematizador, para un tema que sabemos vastísimo, de múltiples aristas y que suscita no poco apasionamiento. No se busque si, un tratamiento academicista del tema. Los Informes del Decide no pretenden competir para obtener -o no- la aquiescencia de “jurados ciegos” o ránquines en publicaciones especializadas y muy selectivas. Para nosotros, los temas de la crisis de la política, de la ciudadanía, los derechos humanos o de los proyectos utópicos de transformación social, son cuestiones que pueden y deben ser deliberadas y discernidas por todos los ciudadanos y ciudadanas, sin privilegios ilustrados y ojalá en la plaza pública. Por cierto, con una aproximación seria y que problematice; que deje espacio para que los lectores puedan ir haciendo su propia reflexión y discernimiento. En la estela del republicanismo democrático, entendemos la política como una capacidad propia o inherente a nuestra condición de humanos, que se va delineando y formando desde la experiencia y deliberación con otros (en comunidad), en igualdad de condiciones, como un saber experiencial.
Con todo, nuestra aproximación a los temas del Observatorio no es neutra. Se sostiene en un enfoque político y ético crítico-normativo. Por eso, lo medular del enfoque para este informe reside en la constatación de la necesidad de una rehabilitación de la razón utópica, que, por una parte, tome en cuenta el devenir de sus relaciones con la razón política moderna y, por la otra, no caiga en una “ingenuidad utópica”. Para los tiempos que corren, impregnados de un cinismo retorcido y a su vez, por la aparente imposibilidad de imaginar un orden social y político sometido a la voluntad ciudadana ordenada por ideales de justicia, solidaridad y bien común, se vuelve imprescindible la reivindicación de las utopías y los sueños de otra humanidad . De este modo, quizá estaremos propiciando que la política vuelva a ser algo posible.